Bienvenid@s!!


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Queremos compartir con vosotr@s nuestro proyecto de hogar. Vamos a auto-construir una casa utilizando contenedores marítimos reciclados, estará parcialmente enterrada y su cubierta será verde. Intentaremos ir contando paso a paso todo el camino que ya hemos recorrido y el largo trecho que nos queda por recorrer. No somos profesionales de la construcción, escritores de blog tampoco, pero si escribiendo aquí podemos ayudar a alguien en algo, habrá valido la pena!. Aparte de la construcción de la casa seguro que hablamos de muchas otras cosas... de reciclaje, materiales, herramientas, animales, huerta,.... de música, deportes, ideas, sentimientos , .... creemos que temas no faltarán ... se aceptan todo tipo de consejos , criticas y preguntas.

jueves, 11 de febrero de 2016

Rematando el muro del rocódromo


     Ya contamos los problemas que tuvimos con las lluvias fuertes y los desprendimientos de tierra en el camino que realizó la bobcat. Otra zona que también sufrió bastante con el agua fue el muro y los taludes laterales del rocódromo. Toda la tierra que pusimos para rellenar el plano del rocódromo, al no estar aún consolidada, se va escapando poco a poco con cada lluvia. Antes de seguir con otra cosa vamos a revestir los taludes laterales del muro y para asegurar la zona y evitar males mayores. Lo habíamos dejado así.



       No queríamos que el revestimiento de los taludes quedase en ángulo de noventa grados, así que le dimos una pequeña inclinación. Para esto tuvimos que modificar la malla electrosoldada, cortando las uniones de los alambres con la radial, doblandolo con la inclinación deseada y volviendo a unirlo con soldadura. Después se pinta la malla con espray de galvanizado en frio para proteger el hierro de la corrosión. Todo el trabajo de hierro y soldadura lo hace Modes que es el artista.Añadiendo el triángulo  al muro  conseguimos acabar con la forma que queremos en el resto de revestimiento.


        Ahora toca seguir con el talud. Teníamos pensado poner un perfil de madera como remate final en  todos los muros de gaviones, tipo traviesa de jardinería, pero las traviesas autoclave son bastante caras y buscamos una solución más barata. Nuestros arquitectos nos dieron la idea de usar tablones de obra en su lugar, es una solución mucho más económica y queda bastante bien. Entonces pensamos también en usarlos como postes para la sujeción de la malla que vamos a usar para el revestimiento de los taludes.
      Un vecino tenía cinco tablones de obra de cuatro metros, muy viejos, tirado en su terreno y nos los regalo, y compramos cuatro más, estos más nuevos, por veinte euros. Para protegerlos de la humedad y el sol nos planteamos tres opciones; algún tipo de barniz, untarlos con una mezcla de aceite de motor y gasoil y aceite de linaza o similar. Al final optamos por el aceite de linaza por ser lo más natural.Lo primero que hicimos con los tablones fue cortarlos a la medida que necesitábamos, quitar los restos de cemento, clavos, astillas y desperfectos grandes. Luego los cepillamos bien con un cepillo de alambre y usamos la lima de madera donde hizo falta. Pasamos una lijadora y limpiamos para quitar todo el polvo. Después aplicamos el aceite de linaza con una brocha grande. La madera es vieja así que chupa mucho aceite, hicieron falta cuatro manos para obtener el resultado deseado.


     A los tablones que vamos a usar de postes le pusimos una capa del material impermeable, que quitamos de la cubierta de la vieja casa, solo en la parte trasera que estará en contacto con la tierra y la humedad. Sabemos que no hará mucho pero puede alargar en algo la vida de estos postes de madera  y también reciclamos parte de los desechos que hemos generado.


        La verdad que el resultado fue mejor de lo esperado, se realzaron las vetas de la madera y quedó de un tono muy bonito. (Ahora puedo decir, tiempo después, qué la protección del aceite de linaza es mínima, al poco tiempo la madera perdió el tono bonito para volverse un tono más gris, de madera muy vieja, intentaremos probar con más productos para ver cual nos ofrece un resultado bonito y duradero.)
      Colocamos el primer poste a un metro justo del muro. Así nos ahorraremos tener que cortar la malla.


     Hacemos un agujero de unos cuarenta centímetros para enterrar el poste.


       Y lo enterramos a la altura deseada teniendo en cuenta el desnivel que queremos en el plano superior y la inclinación que traemos del muro de gaviones.


      Ya podemos colocar el primer trozo de malla. No lo vamos a poner demasiado alto para poder introducir bien el brazo y trabajar cómodamente desde arriba.


       Al muro de gaviones lo unimos con grapas, y al poste de madera utilizando fleje agujereado y tornillos. Este fleje se puede cortar a la medida necesaria y lo doblamos fácilmente con la forma del alambre a sujetar. En la parte inferior  de la malla clavamos dos varillas  en el suelo para evitar que se abombe.





         Con la malla bien firme empezamos a colocar piedra como hicimos en el resto de muro, y detrás la primera línea vista de piedras rellenamos con piedra pequeña de la que usamos anteriormente para los drenajes. Hay que colocar las piedras muy bien e ir prensando todo para que no quede suelto y las piedras pequeñas se puedan salir.



       El siguiente tramo de malla lo fijamos a los laterales igual que el anterior  y con alambre lo unimos a la malla inferior . Para que no se abombe hacia fuera doblamos una varilla con forma de gancho en un extremo, de unos cincuenta centímetros de largo, y la clavamos en el talud de forma que coja la unión de las dos mallas y las presione hacia dentro,



         El último tramo de malla hay que amoldarlo para que encaje con el ángulo de la madera así que hay que cortar y volver a soldar. Colocamos primero el remate de madera y lo fijamos bien para darle más robustez al conjunto, colocamos la malla y acabamos de colocar piedra y el relleno posterior.




       Ya habíamos ido colocando el resto de postes, estos van paralelos al muro de la calle y revestirán el talud de la base del muro para que no haya problemas por perder tierra en esta zona.


        Los enterramos en el suelo unos cuarenta centímetros y en la parte superior los fijamos con fleje al hormigón de la base del muro utilizando un taco de presión.




     Y colocamos la malla y las piedras igual que hicimos antes.


     La zona de la curva nos dio bastantes problemas en cuanto a ángulos y niveles se refiere, pero con paciencia ajustamos la malla para que quedara perfecto.


     El tablón superior de remate entre estos dos postes lo fijamos con la ayuda de escuadras a la madera y con un poco de hormigón al suelo. Clavamos tornillos grandes a la madera para que el hormigón sujetase firmemente el tablón.


       El último tablón fue el más complicado. Dos ángulos diferentes en los extremos y una motosierra para cortar…. No salió bien… Después de mucho cepillo de madera y escofina conseguimos que quedara aceptable!




            Colocamos más tablones en el perfil del muro y ya podemos rellenar de tierra.


       Al otro lado del muro, empezamos a arreglar la zona de las escaleras. Primero colocamos los tablones en la jardinera del almendro. Para poder cortar bien las esquinas a cuarenta y cinco grados y viendo como salían los cortes con la motosierra, compramos una  ingletadora. Con herramientas adecuadas el resultado es inmejorable.


        Colocamos la malla clavando varillas, la piedra  y un tablón largo que hará de último escalón y de soporte para los tablones del pasillo a la higuera, quedó muy chulo.


       El pequeño talud que bordea las escaleras lo revestimos utilizando piedras que había por el terreno, colocadas una encima de otra y usando un poco de mortero para unirlas donde es necesario. Dejamos un par de agujeros para colocar vegetación y una pequeña jardinera a la derecha de las escaleras.


         En el pasillo a la higuera también colocamos el perfil de madera. A la base de la higuera le pusimos unas piedras en media luna para que quedara mejor.


         Para acabar colocamos unas cuantas plantas que teníamos por el terreno y césped rustico en la plataforma del rocódromo y le dieron a la zona el toque final.






 Esperamos que los revestimientos y la vegetación eviten que las lluvias deterioren esta zona y la tierra se desplace y además tenemos un trocito de terreno libre de obras y que podemos disfrutar.